En 1982, ya es uno de los pintores más representativos de Chile y ampliamente reconocido en circuitos de arte extranjero. Fue alardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas.
Su pintura está inspirada en el ser humano y el inexorable paso del tiempo. En ella, aparecen pequeños personajes insertos en grandes espacios en estado de permanencia, en un recogimiento existencial.
Pintor autodidacta y aferrado al pincel, Gonzalo Ilabaca, ha logrado unir el arte y lo cosmopolita en su vida a través de sus pinturas viajeras y retratos.